La administración de un centro comercial implica la gestión integral y estratégica de todos los recursos, servicios y operaciones necesarias para garantizar su funcionamiento eficiente, seguro y rentable. Este proceso abarca desde la coordinación operativa y el mantenimiento de instalaciones, hasta la supervisión de arrendamientos, control financiero, seguridad, limpieza y relaciones con los locatarios.
El objetivo principal es maximizar el valor del inmueble, ofrecer una experiencia atractiva para los visitantes y asegurar la satisfacción tanto de los arrendatarios como de los clientes. Una administración profesional promueve el cumplimiento normativo, optimiza los costos operativos, impulsa campañas comerciales y establece lineamientos que fortalecen la imagen y competitividad del centro comercial.
